La logística juega un papel fundamental en la gestión en la cadena de suministro, ocupándose de actividades como el almacenamiento, manejo y distribución.
Las Buenas Prácticas nos ayudan al desarrollo y cumplimiento de hábitos de higiene y de manipulación, desde el personal involucrado en los procesos, como en las instalaciones, por ello estas condiciones y prácticas de almacenamiento y distribución se documentan en programas que debe cumplir las empresas para poder almacenar y distribuir productos sistemáticamente.